Saturday, February 27, 2016

Sexo desenfrenado con mi vecina de arriba


“Estuve largo rato chupando sus pezones y mientras lo hacía metí mi mano entre sus piernas acariciando su coño de arriba a bajo lo cual agradecía soltando más jugos, quité del todo su vestido y bajé sus bragas, quería tenerla completamente desnuda, ella también quitó mi camisa y bajó mi pantalón quedándome solo con mis slips, que también estaban manchados por mi excitación”.
Alguna vez había pensado en eso pero nunca me había atraído demasiado aunque es la típica rubia y con un cuerpo bastante aceptable, pero un día cuando entré en casa estaba ella allí hablando con mi madre y me quedé mirándola, sería por su ropa pero pude percibir que tenía unas tetas perfectas y que bueno, no estaba nada mal en general, y estaba quejándose de que su marido pasara tanto tiempo fuera.

Cruzamos un par de miradas y no sé pero empecé a mirarla de otra forma.
Esa misma tarde bajó a pedir una cosa que necesitaba, le abrí la puerta y me dijo que si podía subir un momento para verle un enchufe que tenía estropeado y lo necesitaba por lo que no podía esperar a que viniese su marido, le dije que sí, que en ese momento no podía pero que cuando pudiese subiría.
Al otro día estaba en casa solo y recordé lo del enchufe y subí para ver si estaba y que le pasaba eran como las once de la mañana, llamé al timbre y me abrió vestida con una bata muy sugestiva de estar por casa y tal como llegué me fijé en ella volviendo a cruzar aquellas miradas del día anterior, deteniéndome en sus hermosos pechos. Me enseñó el enchufe y se lo arreglé sin problemas, digo bueno esto ya está y comenzamos a hablar, me decía que con estar su marido siempre fuera había cosas que no podía hacer hasta el fin de semana y se quejaba por que los niños no veían al padre, bla, bla, bla…

No se como se me ocurrió pues tampoco tenía confianza con ella como para hacer esa pregunta pero le dije, -Oye lo que estaba pensando ahora mismo es que duermes sola muchas noches ¿no?, y respondió rápidamente: -Si pero eso lo arregla mi marido cuando viene el fin de semana.
Me dejó un poco cortadillo y dije, -Perdona pero era una pregunta un poco tonta, -No te preocupes no me ha molestado, pero oye, ¿porque la hacías? mejor te venías tu alguna noche a solucionar ese problema, -Pues mira no se si estaba pensando eso cuando la hice pero no me importaría en absoluto.
Hacía un rato que me miraba fijamente y a mí eso me excita muchísimo así que dije, -Mira mejor me voy porque si no voy a meter la pata, -¿Tú crees que vas a meterla, mira yo me he fijado en ti muchas veces pero soy una mujer casada y nunca he pensado en ser infiel, lo que pasa es que ahora me he enterado que mi marido tiene un lío y quiero pagarle con la misma moneda, pero claro para eso también tienes que querer tú porque yo quiero hacerlo y disfrutarlo no solo por despecho.
Me acerqué a ella y le di un beso muy suave en los labios, al cual ella respondió con otro pero no tan suave, en un momento nuestras lenguas estaban jugando entre sí.

Seguimos besándonos en la cocina y mis manos comenzaron a acariciar su cuerpo por encima de su vestido que era muy suave y suelto, ella no hacía nada solo besarme y temblar, me separé y le dije que si estaba nerviosa, respondiendo ella que si, que no sabía si eso está bien, entonces le dije que si no estaba segura era mejor dejarlo antes de que estuviésemos más avanzados y ella me respondió que no que siguiera acariciándola.

Eso hice y mis manos apretaron sus nalgas pegando su cuerpo contra el mío donde pudo sentir que mi bulto estaba ya muy duro, me excitaba mucho la situación, seguimos besándonos y yo pasé a acariciar sus tetas por encima del vestido, estaban duras y se notaban su pezones, bajé de nuevo mis manos y comencé a entrarlas por debajo del vestido acariciando sus piernas hasta llegar a sus nalgas donde metí las manos por los lados de sus braguitas.

Ella ya se había relajado bastante y acariciaba mi espalda y besaba mi cuello y mis orejas despacito, cuando notó que intentaba acercarme desde atrás con mi dedo hasta su raja, se paró en mi oreja y me dijo: -Me da vergüenza de una cosa, es que cuando me toques vas a notar que estoy mojada como si fuera la primera vez que me meten mano.

Yo le di un beso en la boca y le respondí, -Pues eso es lo que más me gusta del mundo y diciendo eso posé mi mano en su coño por encima de las bragas pudiendo notar que era verdad lo que decía, su tela estaba empapada, ella soltó un gemido y buscó con su mano mi paquete acariciándolo sobre el pantalón e intentando liberarlo.

Yo quité mi mano de allí y comencé a bajarle el vestido y la fui desnudando hasta poder ver sus tetas que me volvían loco, cuando lo hice comencé a pasar mi lengua desde su base hasta llegar a su pezón y cuando tocaba este notaba como se retorcía, estaba realmente muy caliente y a mí me estaba poniendo igual.

Estuve largo rato chupando sus pezones y mientras lo hacía metí mi mano entre sus piernas acariciando su coño de arriba a bajo lo cual agradecía soltando más jugos, quité del todo su vestido y bajé sus bragas, quería tenerla completamente desnuda, ella también quitó mi camisa y bajó mi pantalón quedándome solo con mis slips, que también estaban manchados por mi excitación…
Ya habíamos pasado de la cocina a su habitación donde la tumbé en la cama y me puse encima de ella comenzando a besar todo su cuerpo desde su boca hasta sus pechos, su vientre, sus piernas, subía con mi lengua por sus piernas lamiendo el interior de sus muslos y cuando llegué hasta su rajita cerró las piernas y me llamó, subí hasta su boca y dice: -Ibas a hacer lo que yo creo, -Pues si, quiero comerme todo tu cuerpo, -Te voy a decir algo, nunca me han hecho eso a mi marido le da asco y nunca lo hemos ni siquiera intentando…

Volví a bajar hasta sus pezones y dije, -Alguna vez tiene que ser la primera. Llegué de nuevo hasta su coño, abrí un poquito sus piernas y comencé a comérmelo despacito, cuando llegué hasta su clítoris puse mi lengua sobre el, lo apreté con la punta de mi lengua y ella tuvo su primer orgasmo.
Noté como se retorció y dio un grito ahogado que hizo que casi me corriese yo también, subí hasta su boca besando de nuevo todo su cuerpo en mi recorrido y me besó con pasión diciéndome, -Es la mejor corrida que he tenido en mi vida, -Pues esto solo acaba de comenzar, diciendo eso sonó el teléfono, lo cogió y era del colegio de sus hijos diciéndole que fuese que uno de ellos se había puesto enfermo.

Terminamos allí y yo tuve que ir a hacerme una paja porque si no iba a reventar pero bueno hubo otras ocasiones que ya os contaré…

Sexo anal con la madre de mi amigo



Estaba muy contento porque era mi primera fiesta de Nochevieja. Tenía 17 años y por fin mis padres me dejaban ir solo a una de esas fiestas en la que no se duerme. Había quedado con mi amigo Luis para irnos juntos a la discoteca por lo que me dirigí a su casa.

Llegue sobre las 1,30 h y me abrió su madre, me dijo que Luis iba a tardar un poco, que había ido a casa de unos vecinos a felicitar el año nuevo. La madre de Luis me invitó a que entrara y le esperara allí. Joder la madre estaba de impresión,llevaba un vestido de noche que quitaba el hipo. Supongo que ella también saldría de fiesta. Noté como mi polla se ponía tiesa, lo estaba pasando mal porque no quería que la madre notara eso. Estaba imaginándome que…Follarme a la madre de mi amigo..No,no, me parecía algo muy fuerte.

Me puse a ver la tele con la madre de Luis, ninguno de los dos decíamos nada. La madre de Luis no hacía más que whatsappear y se la veía bastante compungida, seguro que algún mamón la estaba chuleando. De repente me llegó un mensaje de Luis, me decía que la cosa se había desmadrado en casa de sus vecinos y que había ‘pillado cacho’, que no iba ir a la fiesta de Nochevieja y me pedía que le dijera a su madre que se quedaba en casa de los vecinos. Pensé menudo cabrón, aquí me deja tirado en casa de su madre.

Le comenté a su madre que Luis se quedaba en casa de los vecinos. La madre puso cara de asombro. Creo que no le gustó que su hijo me diera plantón.’Bueno no te preocupes, a mi también se me han jorobado los planes, te invito a tomar una copa’.

Me parecía buena idea, aunque esa mujer me parecía inalcanzable. Me puso una copa de cava y empezamos a hablar, me preguntaba cosas de su hijo, de mis estudios, si tenía alguna chica que me gustara, etc.. Me hacía sentir cómodo y poco a poco las copas se sucedieron. Se estaba creando un clima de confianza y risas entre nosotros. Quizás lo de Follarme a la madre de mi amigo no era tan descabellado.
De repente la mujer se echó a llorar y la verdad es que me quede un poco cortado y le pregunte que si le había molestado. Pero con una voz muy dulce me dijo: ‘No cariño, me estás haciendo pasar un rato muy agradable. ¿Sabes? Estaba preparada para ir a una fiesta con mi pareja, pero el muy cabrón me dice que no va salir. Lo malo es que me he enterado que ha quedado con una jovencita para ir a otra fiesta, en fin..’

Me quede mirándola y sin pensarlo dos veces le dije ‘Hay que ser muy gilipoyas para hacerte eso, eres una mujer preciosa y cualquier hombre daría lo que fuera por estar contigo. Eres muy guapa y creo que tienes un gran corazón.’ La mujer me miró, se acercó y me dio un beso tierno en las mejillas, mientras me abrazaba.

Me sentía halagado porque una mujer así buscara mi apoyo, aunque me apetecía hacer algo más que abrazarla, así que suavemente me acerque a sus labios y le di un beso muy suave. Ahora seguro que me echaba de casa, pero su reacción fue bien distinta, me respondió con un beso más intenso. Cuando nos quisimos dar cuenta nuestras lenguas estaba introduciéndose en la boca del otro. Me estaba empalmando y no podía quitarme la idea de follarme a la madre de mi amigo.
Ella me dijo que fuéramos a su habitación. Se desnudó totalmente, dejándose solamente unas preciosa medias de lycra en su cuerpo. Dios mío, nunca había visto un cuerpo así, tan precioso y con ganas de ser lujurioso.

Empezamos a hacer el amor, yo la verdad es que me deje llevar. Ella se puso encima de mí e inició una suave cabalgadura.Yo apretaba sus redondeadas y fuetes nalgas. Sus movimientos cada vez se hacían más contundentes, tenía que hacer verdaderos esfuerzos para no correrme. Fue un momento increíble y no quería que acabara nunca. Ella me decía que cuando estuviera a punto de correrme que me saliera de ella, así lo hice y cogió mi pene y se lo metió en la boca practicando un sexo oral embriagador, hice un intento para no correrme dentro de ella, pero ella no me dejó, entonces se comió mi semen y fue algo muy excitante.

La madre de Luis me sonrió y me dijo ‘Los mejores planes son los que no se esperan, y este todavía no ha acabado’. La madre de Luis estaba radiante y su cara de tristeza había desaparecido, dejando pasó a una de plenitud. Me dijo ‘Has enculado alguna vez alguna mujer, veo por tu cara que no. Suele ser un regalo que dejo para hombres muy especiales’.

Se puso a cuatro patas, y me dejó que la penetrará por el ano. Al principio no entraba muy bien, y eso hacía que diera pequeños gemidos de dolor, no quería hacerla daño, pero esos grititos me estaban volviendo loco. Decidí que quizás lo mejor era lubrificarla el ano primero. No tenía experiencia pero lo había visto hacer alguna vez en algún video porno. Empecé a besárselo para luego penetrarlo, tras esta maniobra su culo se había dilatado lo suficiente y mi polla tenía vía libre en una de su parte más íntimas y morbosa.

Fue increíble, ella gritaba que le diera más fuerte y yo cada vez estaba más loco. Acabé corriéndome dentro de su culo y ella me pidió que le chupara el clítoris, a lo que accedí de forma muy gustosa. Tuvo un orgasmo increíble y nos quedamos abrazados durante un buen rato. Que fuerte había conseguido Follarme a la madre de mi amigo.
Eran ya las 6.00 de la mañana y tenía miedo que mi amigo me pillará allí, así que me despedí, no sin antes hacernos la promesa de volver a repetirlo. Una de mis mejores experiencias de sexo y amor, fue mucho más que un simple polvo.

El taxi



Una noche después de salir del trabajo, subí a la calle principal para tomar el autobús que me dejaría cerca de casa, era día de pago por lo que decidí más bien ir y beber unas cervezas en un bar de rock cercano propiedad de una buena amiga mía. Como a eso de las 3 de la mañana, pensé que ya era hora de irme a casa. A esa hora ya no pasaba el autobús así que me tocó tomar un taxi.
Salí al frente del bar que queda en toda la principal y paré uno que venía desocupado, el conductor era un hombre joven que me inspiró un poco de desconfianza, pero ni modos, tenía que llegar a mi casa de algún modo u otro.
Le dije que tomara la principal hacia el sur para llegar al centro y dar vuelta en la 24 para llegar a la Avenida Caracas, él dijo que no había problema y continuamos. Acto seguido puso los seguros de emergencia en todas las puertas y bajó por donde le dije, pero siguió derecho hasta la Calle 13 y continuó hacia el occidente de la ciudad.
Yo le dije que a donde me llevaba, estaba aterrada, me estaban secuestrando y como el taxi tenia vidrio de seguridad no podía hacer más que golpearlo, no se detenía, a esa hora no hay nada de tráfico, estaba llorando y no hacía sino gritar, pero me cansé de hacerlo y me resigné a mi suerte.
Poco después, en un paraje desconocido el taxista se detuvo, bajó los seguros y se cambió para el asiento de atrás mientras otro hombre subía por el otro lado. Pronto ambos empezaron a manosearme mientras yo trataba de gritar, pero no podía, estaba horrorizada, luego el otro tipo empezó a quitarme la blusa mientras el taxista me besaba y tocaba mi vagina por encima del jean. En un instante estaba con mis pechos al aire, mis pezones totalmente duros y lubricando como una perra maldita.
El taxista chupaba uno de mis senos mientras el otro hacia lo mismo, ya no tenía jeans, ni cachetero, estaba desnuda, gemía como una  quinceañera imbécil ya resignada a su suerte, esa noche ya casi de madrugada, estaba viviendo una experiencia que muchas mujeres han vivido pero que no han sabido disfrutar, una violación es tener sexo de repente con un hombre que nada que ver, no lo conoces, no sabes quién es, donde vive, que hace en el día, solo quiere tener sexo contigo a la fuerza, esta excitado porque sabe que tiene el control en esa situación, en ese caso lo único que hice fue relajarme y disfrutar.
De un momento a otro me encontraba mamándoselo al taxista mientras el otro tipo me lamía la vagina, lo hacía tan bien, estaba súper mojada, y luego se cambiaron los lugares, el otro tipo me metió su súper verga en la boca y el taxista acomodaba la suya en mi vaginita para luego penetrarme con fuerza y ganas.
Los dos me penetraban por mis dos orificios inferiores, me clavaban y yo no podía hacer nada más que esperar a que todo terminara, en cierta forma, pero mientras ellos disfrutaban de violarme a voluntad, yo pensaba en que tal vez esta sería la única experiencia de este tipo que tendría en mi vida, así que decidí más bien hacerme a la idea y disfrutarla.
Pronto los dos se vinieron al tiempo mientras yo llegaba a un delicioso orgasmo, se vistieron, el taxi arrancó y me dejaron a seis manzanas de mi casa. Desde ese momento, por lo general los viernes, siempre salgo y espero un taxi, siempre…